Au revoir , Charles
No es un adiós, sino un hasta la vista. Tras la pasada función del jueves 24, me despido por ahora de este personaje excepcional, un ser contradictorio como pocos, brillante y oscuro, torturado y torturador, del que tanto he aprendido y con el que tantas horas de insomnio he compartido.
La vida, larga o corta, de un espectáculo es siempre incierta. Apuesto que volverá , pero por ahora, con cierto alivio y cierta extrañeza le decimos ; Au revoir, viejo Charles.
Gracias a los que habeis compartido escenario con él, los que contribuisteis a darle nueva vida, y a todos los que me habeis acompañado y alentado , en este breve paso del maldito francés por el salón de los vivos .
Vayamos ya hacia otros mares menos tormentosos. Dejemosle seguir su viaje «hacia lo desconocido, para encontrar lo nuevo»